miércoles, 15 de mayo de 2013




DAGA: CUERO REPUJADO CON INCRUSTACIONES.



  Esta obra consiste en una daga árabe dentro de su vaina repujada sobre piel de baquetilla con incrustaciones metálicas en sus cuatro extremos, policromada y terminada con pátina en tono verdoso, encerada y pulida que se ha montado sobre soporte de madera de DM.



  Cómo la técnica del incrustado es muy usada en joyería, se ha consultado el libro F.S. MEYER “Manual de ornamentación “ Ed. Gustavo Gili. Barcelona 1982  donde viene un capítulo dedicado a ornamentación de joyas y de aquí se han buscado aplicaciones de joyería en armas ornamentales decidiendo finalmente elaborar una daga de estilo árabe con la vaina decorada con motivos vegetales tipo roleos en la cual se han planificado cuatro incrustaciones circulares en los extremos.



  Se han realizado bocetos de distintos tipo de dagas, tanto de la edad antigua como de la edad media, decidiéndonos por la daga árabe por no ser tan recta como las romanas o castellanas medievales y porque , al ser curvada en sus extremos, presenta algo más de movimiento .



  Se estudió la posibilidad de distintos adornos y creímos que el más adecuado era el de roleos vegetales que se ha repujado en la vaina de la daga.



 El resultado final del boceto es una daga tipo árabe  enfundada en una vaina cuyos respectivos extremos terminan en curva y al final de esta se colocarán las incrustaciones. La vaina queda decorada con motivos vegetales.



  La piel de baquetilla es algo más gruesa y recia que la de badana pero sigue siendo una piel fácil de manejar por su flexibilidad y de mayor calidad.



  Se ha usado tal como se ha encontrado en el mercado, sin ninguna preparación previa al repujado salvo el humedecimiento que precisa para marcar el diseño en la misma y para la realización del repujado.



  El calco se ha realizado dibujando primero el boceto en el lado mate de un papel continuo que después se ha fijado junto con la piel  un tablero de madera con una pinza. Se ha humedecido la piel por la parte de la flor (parte lisa y suave) con agua y una esponja y se ha pasado el trazador por las líneas del dibujo sobre el papel para que se marquen en la piel.



  Después se ha retirado el papel y empezamos a trabajar sobre la piel.



  Comenzamos el repujado extendiendo una fina capa de plastilina sobre el tablero forrado de papel continuo donde se apoyará la piel. Colocamos la piel encima y repasamos las líneas con el trazador para que queden marcadas en la plastilina. Una vez conseguido esto se retira la plastilina sobrante y sobre la que queda se va añadiendo el volumen general del motivo añadiendo más plastilina donde sea necesario y modelando la piel sobre esta con el modelador y con la mano. Se añade plastilina donde sea necesario y se retira donde sobre.



  Conviene recordar que hay que ir humedeciendo la piel para poder modelarla bien. 



  Cuando se consigue el  volumen general, se hace lo mismo con los detalles .



  Cuando el motivo tiene el aspecto deseado y dado que las incrustaciones son circulares se abren los círculos en la piel utilizando un sacabocados del diámetro apropiado y un martillo. 



  Se coloca primero un retal de piel, sobre esta la piel que hemos trabajado, se apoya el sacabocados en el lugar en que queremos abrir el agujero y se golpea con el martillo.



 Ahora se colocan las piezas circulares metálicas en tono bronce en los agujeros y se fijan por detrás con papel y cola. Hay que dejarlas secar bien para que las incrustaciones queden firmes.



  El hueco trasero del repujado se rellena con papel y cola hasta que quede a nivel con el resto de la piel y se deja secar para que se endurezca.



  Humedecemos ligeramente la piel y la pegamos con cola sobre un soporte de madera de sus mismas dimensiones. 



  Dejamos que se seque bien la piel.



  Luego  se pasa al policromado



  El fondo se ha trabajado con pincel duro y sulfato de hierro aplicando varias manos hasta obtener el tono deseado. Las imperfecciones se corrigen con pincel fino y zumo de limón que eliminan el sulfato de hierro.



  Se han hecho diversas pruebas de color utilizando anilinas al agua en color pardo nogal mezclado con amarillo tartracina.



  La vaina de la daga se ha trabajado con pincel y aplicando el color obtenido de la mezcla de pardo nogal y amarillo tartracina en proporción de 6 a 3  respectivamente en la parte baja del repujado. El alto repujado se ha dejado en el color de la piel.



  El contorno de la daga la mezcla usada es de 6 partes de pardo nogal y 1 de amarillo tartracina.



  Esta última mezcla se ha usado en la parte baja del repujado del  mango de la daga tratando la parte alta del mismo con sulfato de hierro con un pincel duro. Sobre el sulfato de hierro se ha aplicado una mezcla de pardo nogal y amarillo tartracina en proporción de 6 a 3 respectivamente.



  Para el marco se ha aplicado sulfato de hierro con pincel duro y sobre él la mezcla de pardo nogal y amarillo tartracina en proporción de 6 a 1.



  Terminado esto se procede a aislar el tintado con una capa de cera aplicada con la mano que se deja secar y luego se pule con un paño.



  Seguimos con una aplicación de pátina verdosa a pincel. Dejamos secar levemente y retiramos el exceso con un paño.



  Terminamos con una nueva capa de cera que dejamos secar y pulimos con un paño.



  Humedecemos ligeramente la piel y la pegamos con cola sobre un soporte de madera, en este caso se trata de DM, de sus mismas dimensiones.







“DAGA CON INCRUSTACIONES”

Piel repujada y policromada

 con inscrustaciones sobre madera
 de DM.  12 X 31 cm.

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